06 octubre 2008

Vale, ya sabemos que perl está muerto, y ya puestos, que es casi seguro que D arrasara a C (no tardaremos en ver el kernel de linux en D) y que Google acabara pasando de Python en favor de Ruby.

El caso es que flames aparte, Perl tiene una increíble y única cantidad de librerías (mas correcto, módulos) disponibles en CPAN que permiten hacer casi cualquier cosa en 10 lineas como por ejemplo:

Una herramienta de borrado seguro, algo sencillo para empezar, permite abrir un fichero, sobre-escribir en tres pasadas el fichero y eliminarlo.

Un sniffer para capturar contraseñas, haciendo uso de PcapUtils y NetPacket podemos, en unas pocas lineas, implementar un sniffer que permita capturar contraseñas de proxys web.

Un keylogger para Windows, empleando un módulo llamado Win32::API podemos 'cargar' cualquier dll y usar sus funciones de forma nativa, en concreto para implementar el keylogger usaremos GetAsyncKeyState() para monitorizar el pulsado de teclas.

Finalmente, no tanto una característica intrínseca al lenguaje, sino una funcionalidad externa muy interesante: podemos compilar cualquier script de perl y convertirlo en un .exe o un binario para Unix que se ejecute sin importar que esté o no esté perl instalado en el sistema. Para ese menester hay dos opciones, una totalmente gratuita llamada PAR y otra de corte profesional llamada PDK (Perl Dev Kit). Técnicamente, un script en perl no se compila, mas bien, se empaqueta para generar un binario totalmente autónomo.