08 febrero 2010

El KGB estaba en todas partes

No es algo nuevo que bajo el telón de acero uno de los deportes favoritos de los regímenes totalitarios era el auto-espionaje a sus propios ciudadanos en busca de 'disidentes'

Tal vez hayáis visto la película 'la vida de los otros' que refleja muy muy bien lo que ocurría en la Alemania del este.

Hoy día, con el advenimiento de 'lo digital' es relativamente fácil implementar un sistema de monitorización al estilo de SITEL, pero ¿Y antes? ¿Realmente pensáis que en esa época no había 'hackers' que ponían su talento al servicio de los gobiernos? Hace poco cayó en mis manos un post contado en primera persona por un habitante de la URSS en los 80 donde narra como el KGB tenía implementado un rudimentario pero efectivo sistema de espionaje a gran escala.

Por lo visto la idea generalizada que tenia la sociedad Rusa sobre como 'podían ser espiados' estaba basada en agentes vestidos con gabardina apostados frente a sus casas y micrófonos escondidos en sus domicilios.

Pero nada mas lejos de la realidad. Según la investigación de Hovik Melikyan, que en los 80 era un adolescente, el sistema que el KGB empleaba para monitorizar a sus ciudadanos estaba basado en una peculiaridad de ciertos teléfonos 'antiguos' (esos que tenían una ruedecilla con números).

Según narra Hovik, en un momento dado su familia recibió la visita de alguien proveniente de los EEUU, y pese a que existían rumores sobre que esas visitas llamaban la atención del KGB, nadie se tomaba muy en serio esos rumores. El caso es que en el momento que el ilustre huésped llego a casa, el teléfono empezó a hacer cosas raras, casi siempre estaba inutilizado y curiosamente todos los días a las 9 de la mañana y a las 9 de la noche emitía un RING. En otra ocasión el teléfono empezó a retransmitir una conversación aparentemente de un hogar cualquiera, con el sonido propio de un salón, conversaciones del tipo 'hoy para comer voy a hacer X'. Lo inquietante es que el sonido no provenía del auricular (como hubiera sido lógico) sino del propio teléfono.

Movido por la curiosidad, Hovik destripó el teléfono y se dio cuenta de una particularidad cuanto menos curiosa, el 'Ringer' (realmente no se como traducir este término pero creo que se entiende) es en si un altavoz (con acceso a la linea telefónica) capaz de emitir sonidos (los típicos Ring Ring) y, lo que tal vez no sea tan obvio es que, un altavoz de esas características es a la vez un micrófono. Supongo que muchos de vosotros en alguna ocasión habéis usado unos cascos cualquiera como improvisado micrófono pinchando el jack en la entrada micro y pese a que el sonido es un poco deficiente, funcionar funcionan.

¿Que estaba sucediendo entonces? Por lo visto el KGB tenía implementado un sistema a gran escala de escuchas capaz de capturar conversaciones en cualquier sitio donde hubiera un teléfono empleando el Ringer como micrófono (virtualmente, en cualquier hogar, oficina, etc). Y ese era el motivo del misterioso Ring de las 9 AM y 9 PM, sin duda era el turno de vigilancia de los agentes del KGB.

Impresionante historia.

6 comments :

josemaria dijo...

Bufff... no se que decirte Yago. A mi me parece una evidencia más bien floja, la verdad. Todos los que hemos vivido esa época de la telefonía hemos escuchado esos rings aislados, misteriosos y a menudo periódicos sin venir a cuento e, incluso, conversaciones ajenas que de repente se cruzaban en tu teléfono de repente... Recuerdo que mi primo era capaz de adivinar cuando iba a sonar el teléfono antes que nadie porque un par de segundos antes del primer ring emitía una vibración imperceptible para todo el mundo salvo para él. Ni te imaginas como disfrutaba levantándose el primero y colocándo la mano en el aparato antes de que emitiera el primer sonido...

Yago Jesus dijo...

@josemaria Supongo que, realmente nunca lo llegaremos a saber, no obstante, el post también fue referenciado por Schneier y algún comentario como este http://www.schneier.com/blog/archives/2010/01/eavesdropping_i.html#c408639 es bastante revelador

Anónimo dijo...

El Ringer es el timbre.

Yago Jesus dijo...

@Anónimo Puede valer, pero sería mas literal 'el timbrador' y suena ¿raro?

Anónimo dijo...

@Yago Jesus. No, estictramente es el timbre. De hecho -en los teléfonos occidentales de aquella época- es físicamente similar al timbre de las bicis, el que se acciona(ba) con el pulgar, sólo que el badajo -en el caso del teléfono- es accionado eléctricamente... escepto en la URSS, por lo visto, que es un altavoz.

Si me permites la burrada, timbrador de a timbre lo que toreador es a torero.

Por otra parte, pongo en duda la propia técnica descrita de captura de audio a través de un circuito de las características que tiene que -por fuerza- tener. Es cierto que la física de un altavoz, una membrana movida por una bobina dentro de un imán (campo magnético), es "reversible" y en consecuencia su excitación por sonido producirá una pequeña señal en la bobina, pero las protecciones que por narices tiene que tener para que sea timbre y sólo timbre (si no, reproduciría _todo_ lo que hay en la línea: nos oiríamos por él), lo incapacitan -eléctricamente hablando- para servir de micro.
En resumen: Ese circuito tiene que estar "atenuado" para que sólo sea excitado con señales de timbre, muy amplias, del orden de 50-60 volts, con lo que una señal que él genere, de 1-2 mV, pasando la "atenuación" en sentido inverso, se queda en prácticamente nada... indistinguible del ruido y en consecuencia irrecuperable.

pendón por el cognazo.
=;-)

Anónimo dijo...

Del RAE...

Timbrador es la persona o instrumento usado para timbrar.

Timbrar:
1. Poner el timbre en el escudo de armas.
2. Estampar un timbre, un sello o un membrete.

En cambio, TIMBRE es:
Pequeño aparato empleado para llamar o avisar mediante la emisión rápida de sonidos intermitentes.

"Sonó el timbre del teléfono"

No hay ambigüedad posible, ringer es "literalmente" _timbre_ en castellano.

Sobre la historia de usar el timbre como micrófono, no hay quien se lo crea.

Cierto que la vibración podría usarse para convertir sonido en impulsos eléctricos, pero dentro de la carcasa de plástico del teléfono apenas llegaría señal como para reproducirla con un micro de alta calidad, y mucho menos con un timbre.

El timbre en realidad no es como un altavóz, es un electroimán que funciona nada menos que con 50V de alterna.

Al llegar la corriente, un badajo golpea una o dos campanas (según los modelos), pero el bobinado no tiene contacto con las campanas a través del badajo cuando está en reposo, queda separado, por tanto, la campana no puede hacer de "supuesta membrana".

No podrías sacar señal de audio con ese sistema ni usando la más avanzada tecnología DSP del siglo XXI, por no hablar de las pérdidas de un par de cobre con una señal de microvoltios, la simple atenuación e interferencias de unos pocos metros de cable harían imposible transmitir cualquier señal de esa amplitud.

Yo creo que esta historia no es más que una leyenda urbana.